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ASuntos locales
El Lago de Tota es un ecosistema excepcional, y complejo. Se sabe que su origen se remonta a algunos millones de años (no obstante nuevas investigaciones paleo-limnológicas podrían precisar detalles -se esperan resultados-). Asimismo es territorio sagrado de la cultura indígena muisca que habitó la región dejando legado y memoria. Los reportes escritos más remotos sobre ésta región, provienen de cronistas españoles en el s.XVI.
Es posible con facilidad, por tanto, imaginar el número y diversidad de asuntos locales que lo acompañan.
Es posible con facilidad, por tanto, imaginar el número y diversidad de asuntos locales que lo acompañan.
No hay una sola mirada, los humedales nos conectan a todos.
Algunos afortunados definen el Lago de Tota como un escenario único de inspiración, y ha sido fuente creativa en muchos ámbitos. Para unos es simplemente un lago, también humedal lacustre tropo-andino etc, para otros un territorio más amplio y lo aprecian como cuenca, algunos lo ven solamente como un lugar, fuente de agua, paisaje o trabajo para sus intereses, para ellos es sitio de vida mientras para aquellos un lugar de visita.
Es igualmente un escenario cotidiano del diario vivir para unos pocos, donde niños estudian, corren y juegan, y adultos desempeñan un abanico de labores en sectores agropecuarios, turismo y servicios; mientras para otros representa un asombro impresionante visitar y apreciar ese lago en las nubes con el cual se desatan inacabables momentos e imágenes.
Algunos afortunados definen el Lago de Tota como un escenario único de inspiración, y ha sido fuente creativa en muchos ámbitos. Para unos es simplemente un lago, también humedal lacustre tropo-andino etc, para otros un territorio más amplio y lo aprecian como cuenca, algunos lo ven solamente como un lugar, fuente de agua, paisaje o trabajo para sus intereses, para ellos es sitio de vida mientras para aquellos un lugar de visita.
Es igualmente un escenario cotidiano del diario vivir para unos pocos, donde niños estudian, corren y juegan, y adultos desempeñan un abanico de labores en sectores agropecuarios, turismo y servicios; mientras para otros representa un asombro impresionante visitar y apreciar ese lago en las nubes con el cual se desatan inacabables momentos e imágenes.
Hay quienes lo reconocen mejor en su dimensión ecológica conectado vitalmente a más ecosistemas, y entrelazado en un abanico multicolor de biodiversidad, algunos lo aprecian solo parcialmente mientras otros globalmente, y para unos pocos más sensibles y estrictos en su connotación ancestral representa un lugar sagrado e inviolable, fuente de vida y nada menos que el ombligo del mundo.
Algunas personas lo ven y definen como un conflicto, un caso perdido, o un lugar dominado y sin solución, y renuncian al cambio, o se declaran inflexibles y descartan las opciones, mientras otros ven la otra cara, como un reto y una oportunidad, un escenario propicio para crecer socio-ambientalmente, para la armonía y el bienestar compartido.
También, hay quienes lo ven no por lo excepcional que es en el contexto vital del país y del planeta, sino por lo que representa ($, votos, puestos laborales, lugar de trabajo, sitio de investigación). Y claro, hay quienes lo comprenden mixto, en mayor o menor medida.
Todo esto y más, reunido, expone una alta complejidad de conexiones -normales de todo organismo vivo de la naturaleza-, y la necesidad de una comprensión y una gestión integrales. Desde la Fundación Montecito como aquí en ABC Tota, procuramos que esa complejidad se comprenda, cada vez más o mejor, que prevalezca un uso racional del humedal y todo su territorio, y que haya coexistencia armónica de actividades sostenibles en el mismo. Y trabajamos en ello desde el año 2010.
Algunas personas lo ven y definen como un conflicto, un caso perdido, o un lugar dominado y sin solución, y renuncian al cambio, o se declaran inflexibles y descartan las opciones, mientras otros ven la otra cara, como un reto y una oportunidad, un escenario propicio para crecer socio-ambientalmente, para la armonía y el bienestar compartido.
También, hay quienes lo ven no por lo excepcional que es en el contexto vital del país y del planeta, sino por lo que representa ($, votos, puestos laborales, lugar de trabajo, sitio de investigación). Y claro, hay quienes lo comprenden mixto, en mayor o menor medida.
Todo esto y más, reunido, expone una alta complejidad de conexiones -normales de todo organismo vivo de la naturaleza-, y la necesidad de una comprensión y una gestión integrales. Desde la Fundación Montecito como aquí en ABC Tota, procuramos que esa complejidad se comprenda, cada vez más o mejor, que prevalezca un uso racional del humedal y todo su territorio, y que haya coexistencia armónica de actividades sostenibles en el mismo. Y trabajamos en ello desde el año 2010.
Muchos factores y asuntos locales influyen el estado socio-ambiental del Lago de Tota y su cuenca. Tanto la cultura de la gente que vive en el Lago desde hace generaciones, como sus actividades y prácticas agrícolas, acuícolas, turísticas, asimismo los diversos usos de sus aguas y servicios, fuera de cuenca. Por su parte, la política nacional y regional naturalmente ejercen una influencia sobre el Lago.
Los asuntos locales, por tanto, no son temas sueltos o solitarios de éste territorio, sino íntimamente entrelazados, interdependientes y conectados con su entorno, cercano y lejano. Y en estas conexiones, todos participamos de una forma u otra, activa o pasiva (aunque muchos sin saberlo).
Los asuntos locales, por tanto, no son temas sueltos o solitarios de éste territorio, sino íntimamente entrelazados, interdependientes y conectados con su entorno, cercano y lejano. Y en estas conexiones, todos participamos de una forma u otra, activa o pasiva (aunque muchos sin saberlo).
Actividades. Problemas y oportunidades.
Cada actividad existente en el Lago de Tota, tiene problemas pero a su vez representa oportunidades (de bienestar compartido, si logran ser sostenibles). Problemas de primer nivel, o causantes de una serie larga de consecuencias, se consideran los siguientes:
Cada actividad existente en el Lago de Tota, tiene problemas pero a su vez representa oportunidades (de bienestar compartido, si logran ser sostenibles). Problemas de primer nivel, o causantes de una serie larga de consecuencias, se consideran los siguientes:
- Falta de protección. El Lago de Tota no tiene declaratorias de protección, no obstante su potencial de ser protegido al máximo nivel existente en términos de humedales (ser Sitio Ramsar), garantizando sostenibilidad en sus actividades. Protegerlo con figuras externas no debiera ser necesario, en un escenario ideal en que sus actores reconocieran su importancia y lo cuidaran per se.
- Injusticia económica, de la mano con injusticia hídrica en su amplia dimensión. El Lago de Tota brinda servicios múltiples a sus actores, sin compensación de estos para su cuidado (es irrisoria, o nula). Y el beneficio de unos, está siendo a costa del perjuicio de otros, generando constante escenarios de conflicto y desarmonía.
- Gobernabilidad y gobernanza débiles. A nivel estatal, los múltiples actores involucrados sufren desarticulación y contradicción en alta medida, y en algunos casos olvido al deber. Y a nivel del extenso mapa de actores y sociedad civil involucrada, la participación comprometida ha sido entre fugaz, débil o inexistente, salvo contados y escasos casos de constancia en éste deber. Resultado de ello, es un ambiente frecuente de gestión equívoca y desintegrada.
- Formación ciudadana apaciguada, apática. La formación de buenos ciudadanos no corresponde solamente a la educación, no obstante en el Lago de Tota y región percibimos que ésta se limita en gran medida al suministro de conceptos, débiles de contexto o escenarios constantes de actoría social. Como resultado, la comunidad en su mayoría no muestra interés por su entorno.
- Desconocimiento o desinterés por las cadenas de valor. Cada actividad existente en el Lago de Tota hace parte de cadenas de valor, y éstas además se relacionan unas con otras. La mirada de un problema solamente por las prácticas que ejecutan los actores en la cuenca, deja una falsa comprensión de los temas porque al otro extremo reposan motivos determinantes.
Ofrecemos enseguida, una mirada más cercana de la situación, en las principales actividades:
Agricultura y acuiculturaOportunidad:
La agricultura (cebolla especialmente, también papa, alverja, habas y otros) ha sido la fuente tradicional de la economía local, y ha permitido desarrollo social y oportunidades para muchos. Podría serlo aún más, con mejoramiento y sostenibilidad de sus prácticas. La acuicultura de trucha por su parte, tiene en las aguas del Lago de Tota unas condiciones óptimas para el desarrollo, y en sus procesos se brindan oportunidades laborales especial y mayoritariamente a mujeres. No obstante podría facilitarse su sostenibilidad y sellos de calidad ante mejores mercados, si los métodos productivos no estuvieran dentro (jaulas flotantes), sino fuera del lago. Esto representa un reto técnico y financiero, aunque de ello hay experiencias de las cuales aprender, y en las cuales podría buscarse apoyo. Problema: La agricultura (especialmente de cebolla larga) se está expandiendo hace varias décadas: la tierra en que crecieron las plantas típicas de la cuenca del Lago de Tota, ya no presta el mismo servicio ni sirve igual para recoger el agua del aire y de la lluvia, y los drenajes arrastran al lago cantidades de suelo y diversos elementos agrícolas introducidos. La consecuencia es que la capacidad de embalse ha disminuido, el delta hídrico ha bajado, y la calidad del agua se cuestiona en varios lugares. La acuicultura de trucha en jaulones que existe en el Lago desde hace algunos años, está enriqueciendo de nutrientes el agua y el fondo con excretas de peces y alimento no injerido, de lo cual, contrario a creerse inofensivo, estudios alertan de lo perjudicial que es, especialmente en el largo plazo por su acumulación. |
políticaOportunidad:
El manejo estatal hacia el Lago de Tota, bien sea desde el poder ejecutivo, o legislativo, y desde el nivel local hasta el nacional, tiene en sus manos la oportunidad de hacer brillar a la región y el país en términos de cuidado y afecto por el agua y el ambiente, al tratarse de una cuenca tan excepcional que reúne en un solo lugar las mejores virtudes ambientales nacionales: cuenca de páramos; mayor lago del país; embalse natural del 44% del agua en lagos de Colombia; integrante de dos cuencas significativas (Orinoco -natural-, y Magdalena -trasvase-); un lago de tales dimensiones y literalmente en las nubes (punto más alto de cuenca a 3,900 msnm); análisis isotópicos conectan sus aguas en un 70% con cuencas del Amazonas y Orinoco; 7.6% del total de especies de aves registradas en Colombia; el mayor laboratorio limnológico de Colombia, en concepto de investigadores; territorio de una excepcional laboriosidad campesina (se produce 70% de la cebolla larga que consume Colombia); entre otros. Pero la atención oficial que recibe es, entre precaria y nula. Es penoso que sus temas, con frecuencia, deban ser resueltos por el poder judicial, o solo quede esa opción. Problema: La política nacional no ha desarrollado un plan de manejo y protección suficientes para el Lago. No obstante el Lago reunir criterios de protección internacional que admite y busca sostenibilidad (Ramsar), la protección sigue en abandono. De otra parte, los diversos actores estatales con responsabilidad y deberes ante el ecosistema y su gente, tienen mínima (y algunos nula) presencia en la cuenca, y sus acciones se muestran con frecuencia desarticuladas e incluso contrapuestas. |
Turismo y culturaOportunidad:
Tratándose de un humedal excepcional, tanto en el contexto nacional, como internacional, ese turismo especializado de humedales, de la mano con turismo educativo y científico, son tal vez la mejor oportunidad del Lago de Tota. Otros tipos de turismo son igualmente bienvenidos (contemplativo, paisaje, descanso, deportivo, religioso, u otros), pero lo que hace excepcional al Lago de Tota frente a otros a nivel país y mundo, es su connotación ecológica. Ello sin contar, por supuesto, su vínculo ancestral con la cultura muisca, endémica de una porción del país. Por lo tanto, en esa dirección de potenciar sus virtudes socio-ambientales, podría dirigirse con mucho éxito y sostenibilidad el turismo. De la mano con ello, las oportunidades de intercambio y enriquecimiento cultural para las comunidades locales, se elevarían enormemente apostando a ello. No obstante, la mirada tanto local como externa hacia nuestro lago, se limita a verlo como un destino de paseo y contemplación, dejando a un lado todo un mundo por explorar -y con numerosas opciones rentables además-. Problema: Tanto en el turismo como en la cultura del Lago hay ausencia de educación participativa, y una muy escasa formación cívica para la actoría social. La educación ambiental acompañada de comunicación, conciencia y participación (CECoP), es pobre y sin apoyos. A ello se suman los temores (naturales) que impiden apostar a un turismo ambiental y cultural de mayor empatía con las virtudes que ofrece el lago, los cuales se podrían comenzar a vencer desde la educación, animando la participación activa de todos en los destinos del territorio. |