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Entendida ésta como la capacidad de servir a los demás, en procura del bienestar común; es uno de los aspectos más distantes del idealismo, en la cuenca del Lago de Tota. No solo en aquellos con esta responsabilidad como función a cargo (la esfera política y gubernamental), sino en las personas del común, como un deber inherente a la sociedad.
Baste al efecto repasar el artículo 8 de nuestra Carta Política en Colombia:
Es obligación del Estado y de las personas proteger las riquezas culturales y naturales de la Nación.
Qué tanto sí o qué tanto no se cumple con dicha obligación de manera ética y comprometida, es el cuestionamiento a resolver, que en el caso del Lago de Tota es muy pobre aún.
Baste al efecto repasar el artículo 8 de nuestra Carta Política en Colombia:
Es obligación del Estado y de las personas proteger las riquezas culturales y naturales de la Nación.
Qué tanto sí o qué tanto no se cumple con dicha obligación de manera ética y comprometida, es el cuestionamiento a resolver, que en el caso del Lago de Tota es muy pobre aún.
Descripción oficial de la situación:
"(...) Desde el punto de vista ambiental, la problemática en la afectación de la calidad del recurso hídrico es propiciada por la falta de educación ambiental que hace que las personas que habitan la cuenca contaminen el agua con sus vertimientos domésticos, dificultades en el control a estos y a la escorrentía (agua de lluvia que discurre por la superficie de un terreno) agrícola. A su vez, existe incertidumbre sobre el impacto generado por la piscicultura de truchas en el Lago de Tota y la agricultura, desconocimiento de la capacidad de carga del Lago para desarrollar actividades económicas y ausencia de programas de educación ambiental que generen un sentido de apropiación del territorio por parte de sus habitantes.
(...)
Como resultado de los anteriores planteamientos, se encuentra que hay poca comprensión del territorio, los servicios ecosistémicos que presta la cuenca y las necesidades de conservación de los mismos entre los habitantes de la región, que trae consigo prácticas que van en contravía del desarrollo sostenible de la cuenca, generando contaminación y uso inadecuado de recursos. Estas prácticas incluyen la ilegalidad en el uso del recurso hídrico, algunos distritos de riego sin personería jurídica, manejo de cultivos con uso excesivo de abonos y agroquímicos, actividades de ganadería que se extienden hacia zonas de páramo, acuicultura en áreas de conservación ambiental y desarrollo de actividades en zonas de ronda hídrica. (...)
La gobernanza en el territorio y en particular la gobernanza en temas ambientales es débil y ello se ve reflejado en aspectos como la deficiente gobernabilidad para el manejo integral de la cuenca del Lago de Tota, la dificultad en los procesos de evaluación, seguimiento y control por parte de la autoridad ambiental competente, la implementación de acciones aisladas en el territorio de los actores institucionales con presencia en la cuenca y el hecho que los instrumentos de planificación territorial, ambiental y sectorial están desactualizados y desarticulados, aunado a limitados procesos de educación ambiental, investigación e identidad cultural. (...)"
Fuente: Documento Conpes 3801 (Consejo Nacional de Política Económica y Social República de Colombia Departamento Nacional de Planeación), año 2014.
Ver más: http://veetota.weebly.com/uploads/1/3/4/0/13405170/conpes_3801-14_lago_de_tota.pdf.
(...)
Como resultado de los anteriores planteamientos, se encuentra que hay poca comprensión del territorio, los servicios ecosistémicos que presta la cuenca y las necesidades de conservación de los mismos entre los habitantes de la región, que trae consigo prácticas que van en contravía del desarrollo sostenible de la cuenca, generando contaminación y uso inadecuado de recursos. Estas prácticas incluyen la ilegalidad en el uso del recurso hídrico, algunos distritos de riego sin personería jurídica, manejo de cultivos con uso excesivo de abonos y agroquímicos, actividades de ganadería que se extienden hacia zonas de páramo, acuicultura en áreas de conservación ambiental y desarrollo de actividades en zonas de ronda hídrica. (...)
La gobernanza en el territorio y en particular la gobernanza en temas ambientales es débil y ello se ve reflejado en aspectos como la deficiente gobernabilidad para el manejo integral de la cuenca del Lago de Tota, la dificultad en los procesos de evaluación, seguimiento y control por parte de la autoridad ambiental competente, la implementación de acciones aisladas en el territorio de los actores institucionales con presencia en la cuenca y el hecho que los instrumentos de planificación territorial, ambiental y sectorial están desactualizados y desarticulados, aunado a limitados procesos de educación ambiental, investigación e identidad cultural. (...)"
Fuente: Documento Conpes 3801 (Consejo Nacional de Política Económica y Social República de Colombia Departamento Nacional de Planeación), año 2014.
Ver más: http://veetota.weebly.com/uploads/1/3/4/0/13405170/conpes_3801-14_lago_de_tota.pdf.
"La política ambiental y sus instrumentos
La protección de los recursos naturales y del medio ambiente se ha regulado principalmente por medio de instrumentos de comando y control que se basan en la imposición de límites y prohibiciones que si no se cumplen, tienen sanciones como multas, cierre de establecimientos y otras medidas legales. Este modelo de control no ha logrado la eficiencia esperada, ya que requiere mucha vigilancia por parte de la autoridad encargada y no genera ningún estímulo a los individuos para cumplir las normas.
Frente a esta situación se desarrollaron nuevos instrumentos para la protección del medio ambiente y los recursos naturales, que complementan los instrumentos de comando y control. Estos se basan en la idea de que al tomar decisiones económicas, se dejan por fuera los elementos que no tienen precio en el mercado, entre ellos muchos recursos naturales. Si su aprovechamiento o su protección no representan costos ni beneficios económicos, las personas no racionalizan su uso. Esto trae como consecuencia impactos negativos para otros individuos y para la sociedad en general, como son el deterioro y la escasez de recursos naturales. Estos impactos se denominan costos externos o externalidades.
Los instrumentos económicos de política ambiental procuran que las personas que causan las externalidades asuman estos costos, de manera que se vean incentivados a reducir su impacto y a racionalizar la utilización de los recursos.
El Ministerio del Medio Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, en su función de desarrollar instrumentos para la prevención y el control de factores de deterioro ambiental incluyó en la legislación varios de tipo económico, como son las tasas de uso del agua y las tasas retributivas y compensatorias, así como los incentivos a la conservación, como el Certificado de Incentivo Forestal (CIF) de conservación, que está en proceso de ajuste, y el CIF de reforestación."
Fuente: POMCA Lago de Tota (Corporación Autónoma Regional de Boyacá y la Pontificia Universidad Javeriana), año 2004.
Ver más: Análisis económico para el diseño de políticas ambientales en el Lago de Tota [archivos oficiales: http://corpoboyaca.gov.co/index.php/pomca-lago-de-tota].
La protección de los recursos naturales y del medio ambiente se ha regulado principalmente por medio de instrumentos de comando y control que se basan en la imposición de límites y prohibiciones que si no se cumplen, tienen sanciones como multas, cierre de establecimientos y otras medidas legales. Este modelo de control no ha logrado la eficiencia esperada, ya que requiere mucha vigilancia por parte de la autoridad encargada y no genera ningún estímulo a los individuos para cumplir las normas.
Frente a esta situación se desarrollaron nuevos instrumentos para la protección del medio ambiente y los recursos naturales, que complementan los instrumentos de comando y control. Estos se basan en la idea de que al tomar decisiones económicas, se dejan por fuera los elementos que no tienen precio en el mercado, entre ellos muchos recursos naturales. Si su aprovechamiento o su protección no representan costos ni beneficios económicos, las personas no racionalizan su uso. Esto trae como consecuencia impactos negativos para otros individuos y para la sociedad en general, como son el deterioro y la escasez de recursos naturales. Estos impactos se denominan costos externos o externalidades.
Los instrumentos económicos de política ambiental procuran que las personas que causan las externalidades asuman estos costos, de manera que se vean incentivados a reducir su impacto y a racionalizar la utilización de los recursos.
El Ministerio del Medio Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, en su función de desarrollar instrumentos para la prevención y el control de factores de deterioro ambiental incluyó en la legislación varios de tipo económico, como son las tasas de uso del agua y las tasas retributivas y compensatorias, así como los incentivos a la conservación, como el Certificado de Incentivo Forestal (CIF) de conservación, que está en proceso de ajuste, y el CIF de reforestación."
Fuente: POMCA Lago de Tota (Corporación Autónoma Regional de Boyacá y la Pontificia Universidad Javeriana), año 2004.
Ver más: Análisis económico para el diseño de políticas ambientales en el Lago de Tota [archivos oficiales: http://corpoboyaca.gov.co/index.php/pomca-lago-de-tota].